COLIBRÍ ZURDO Y LA GRAN TENOCHTITLAN

(De la cosmogonía mitológica a la magnificencia estructural de la planeación urbana de la Gran Tenochtitlan).

Por costumbre muchos se refieren a la gran cultura fundadora de México-Tenochtitlan como aztecas, ya que según mito salieron desde un lugar llamado Aztlán (que significa lugar de las garzas), de donde se deriva su gentilicio; pero lo correcto es llamarlos mexicas o tenochcas porque al establecerse y conformar una ciudad-estado con otro nombre, en un lugar diferente, su gentilicio cambia porque ya no pertenecen a Aztlán; además ellos mismos se autonombraron mexicas; por indicación de Huitzilopochtli, según leyenda.

Piedra del sol

Después de mucho peregrinar se establecieron en un islote pantanoso del lago de Texcoco (año 1325), gracias a la mítica epifanía predicha por el dios guerrero Huitzilopochtli, del águila posada sobre un nopal o tunal “devorando una serpiente”, según una errónea conclusión; o muy probablemente deliberada interpretación por parte de los señores de la nueva España, con la finalidad de desvirtuar el simbolismo y enfocarlo a la idea cristiana de relacionar a la serpiente con la maldad; a lo que actualmente los arqueólogos e historiadores  opinan; es que en realidad se trataba de un Atl-tlachinolli, que es un glifo de guerra, el símbolo de dualidad agua y fuego; claramente representado en la parte posterior del “Teocalli de la guerra sagrada”

Diagrama del «Teocalli de la guerra sagrada» el original es un monolito que se encuentra en el museo de Antroplogía e Historia.

El nacimiento de Huitzilopochtli

En lo alto del cerro Coatepec, una mujer llamada Cuatlicue; la tierra madre con su falda de serpientes, barría a modo de penitencia, cuando miró hacia arriba y del cielo cayó una borla de hermosas plumas coloridas y brillantes, que tomó con su mano y guardó entre su atuendo junto a su corazón; al cabo de un rato sin darse cuenta quedó preñada debido a este acto; de su vientre nacería el nuevo sol.

Cuatlicue

Pero al percatarse de ello su hija mayor Coyolxauhqui (la que se adorna con cascabeles), una aguerrida y suspicaz líder guerrera, consideró deshonroso este hecho, así que furiosa buscó a sus hermanos los Centzon Huitznáhuac (que significa los 400 surianos) y confabuló con ellos en contra de Cuatlicue.

Coyolxauhqui

Cuahuitlíac, uno de los hermanos no estaba de acuerdo, por lo que a hurtadillas iba a hablarle al vientre de su madre para contarle a Huitzilopochtli sobre los planes de Coyolxauhqui; por lo que Cuatlicue se entristeció, pero de inmediato con voz apacible el pequeño sol que se germinaba de sus entrañas la consoló.

Ataviados en armas, los Centzon Huitznáhuac cada vez más enfurecidos se acercaban, mientras Cuahuitlíac, desde lo alto de la montaña observaba; y Huitzilopochtli le preguntaba: dime por donde vienen; ¡Ya vienen por Tzompantitlan! Le contestaba; ¡Ahora por Coaxalpan!, ¡Ya están muy cerca!, ¡Ya casi llegan!

Y en ese momento Huitzilopochtli nació.

Hutzilopochtli

Una deslumbrante luz proyectándose como un guerrero; se pintó de azul, vistió sus atavíos, tomó su escudo y empuñó su Xiuhcóatl; que es una serpiente de fuego con la que cortaría la cabeza de Coyolxauqui, lanzándola al espacio exterior convirtiéndola en la luna; luego después perseguiría a los Centzon Huitznáhuac mientras estos escapaban cual conejos dirigiéndose al sur convirtiéndose en las estrellas del firmamento.

Esta es una leyenda descrita por los tlacuilos  (ilustradores y escribas) en el Códice Florentino, que habla sobre la cosmovisión de la creación del sol la luna y las estrellas, es una metáfora sobre el triunfo de la luz sobre la oscuridad, la típica lucha entre el día y la noche; mientras la tierra; la madre de todos los dioses; es espectadora de la batalla acontecida.

Nota: el códice florentino es un conjunto de textos recopilados por fray Bernardino de Sahagún en siglo XVI, el cual envió una copia del manuscrito al Vaticano, pero por causas y azares se quedó en Florencia del cual toma su nombre. El original se perdió.

Códices

El significado del nombre de Huitzilopochtli

Colibrí en náhuatl significa espina de turquesa; y se dice Huitzil y la palabra opochtli significa izquierdo o zurdo; el colibrí era la representación simbólica del corazón en movimiento y a su vez el corazón es el contenedor del alma, el ímpetu, la toma de decisiones; por lo que, Huitzilopochtli era la personificación del valor, la determinación y la fuerza de voluntad.

Tres maneras de representarlo:

  • En su forma energética, como el dios sol.
  • En su forma encarnada descendiendo a la tierra; como un águila.
  • En su forma espiritual y conceptual; como un colibrí.

La construcción de los templos

El carácter monumental, geométrico y simétrico de la arquitectura mexica enfocado a la función política, económica y religiosa, tenía la finalidad de demostrar un sentido del orden, poderío y grandeza de un imperio.  

Nota: a los funcionarios supervisores de obra o arquitectos encargados se les denominaba calmimilócatl.

Una revolucionaria solución al problema que se presentaba por el tipo de suelo blando del terreno pantanoso del islote en medio del lago, donde se construyeron 78 edificios que conformaban el recinto ceremonial de Tenochtitlan; era un sistema a base de pilotes de anclaje, de madera recubiertos de lodo y tezontle; que es un tipo de piedra roja volcánica de poco peso, estructurando una losa de cimentación fuerte y liviana a la vez.

Este método de cimentación se aplicó también en las calzadas de piedra, arcilla y argamasa, con puentes intermedios, levadizos hechos con vigas de madera; dichas calzadas conectaban a la ciudad-isla con las provincias del entorno del lago que servían a la vez de división en cuatro campan; o distritos, que a su vez se subdividían en capullis o barrios cada uno con su propio centro ceremonial, su tianguis o mercado, (el más importante de Mesoamérica estaba en la ciudad gemela de Tlatelolco) y su telpochcalli o escuela a donde acudían los macehualtin es decir la gente del pueblo, los jóvenes que aprendían sobre su historia , religión y se preparaban para la guerra. Todo ese conocimiento se almacenaba en los Amoxcalli es decir las bibliotecas.

Estos sectores o “espacios cósmicos”, se direccionaban a los cuatro puntos cardinales partiendo de un centro; el templo mayor.

Recreación de Tenochtitlan

El Huey Teocalli o Templo Mayor; destacaba por sus 45 metros de altura (ampliado en siete etapas); estructurado sobre una base rectangular, muy similar a una losa de cimentación de hormigón actual, en donde se apoyaban cuatro plataformas a modo escalonado una sobre otra, hechas de piedra caliza, basalto y tezontle, material elegido para la construcción por su ligereza. Del cuerpo piramidal se desplazaban dos escalinatas paralelas que conducían a la sima coronada por dos altares; dedicados a Tlaloc el dios de la lluvia y a Hutzilopchtli la deidad principal de los mexicas.

Además del templo mayor; la traza urbana del recinto la conformaban varios tipos de edificios en honor a los diferentes dioses. De las 78 construcciones mencionadas por fray Bernardino de Sahagún en el siglo XVI, solo se han identificado algunos entre los vestigios escarbados del centro histórico de la ciudad de México.

  • Templo Mayor o Huey Teocalli ; dedicado a Tlaloc dios del agua y Hutzilopchtli dios de la guerra.
  • Templo de Chicomecoatl; diosa del maíz y la vegetación.
  • Templo de Xipe Tótec o Tezcatlipoca rojo; patrono de los orfebres, representa el lado este cardinal, vida-muerte-resurrección, o renovación.
  • Recinto de los guerreros ocelote (jaguar) las fuerzas especiales que provenían de la clase trabajadora, del pueblo, de los macehualtin.
  • Templo de Xochiquetzal o pájaro flor; diosa de la belleza, de las flores y la danza.
  • Templo de Tonatiuh; el quinto sol.
  • Recinto de los guerreros cuauhpilli (águila) las fuerzas especiales que provenían de la nobleza.
  • Templo de Cihuacoatl o mujer serpiente; la diosa protectora de las mujeres durante el parto.
  • Templo de Cuateocalli o templo de la culebra; “la casa de los diversos dioses”, era una especie de almacén donde guardaban a los ídolos de los pueblos conquistados.
  • Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl, Gran Señor de los Vientos o Serpiente Emplumada, Tezcatlipoca blanco, el dios benefactor, de la vida, de la sabiduría, es el dios principal de todas las culturas náhuas.
  • Recinto de los sacerdotes o Calmecac.
  • La cancha del Juego de pelota o tlachtli o ōllamalīztli.
  • Tozpalatl o manantial sagrado, ojo de agua, es una fuente.
  • Altar de los cráneos o tzompantli.

“En la cosmogonía mesoamericana, los hombres existían para adorar y alimentar a los dioses con ofrendas; era una condición para que la vida continuara”.  Arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez

La ciudad flotante

Las chinampas; pequeñas islas artificiales sobre el lago que servían como una ingeniosa y efectiva manera de ampliar terreno de cultivo de flores, verduras y legumbres para su abastecimiento; una estructura de troncos y varas cubiertas con tierra que no necesitaba de riego, porque el agua era absorbida del mismo lago a través de los canales entrecruzados que también servían de paso a la navegación de hasta 60 mil canoas para la circulación urbana.

Chinampas

Debido a la necesidad de agua potable para su ingesta y baño diario; se construyó un acueducto doble para conducir agua dulce de los arroyos desde Chapultepec a la ciudad-isla, gracias al ingenio del arquitecto, poeta y filósofo; Nezahualcoyotl (coyote o lobo que ayuna); el gran Tlatoani (gobernante) de Texcoco en alianza con Tenochtitlan y Tlacopan. De sus grandes proyectos construidos podemos mencionar: presas, acueductos, palacios, templos, monumentos, calzadas, jardines y hasta un zoológico.

Acueducto y “Los baños de Nezahualcóyotl”

Su mayor obra, fue un gran dique de piedra y madera realizado a solicitud de su homólogo Moctezuma I de Tenochtitlan, la cual se extendía a lo largo de 16 km, que sirvió de barrera para evitar las inundaciones que afectaban a la ciudad, y que además impedía la confluencia entre el agua salada con la dulce.

La gran Tenochtitlan

“…Y de que vimos cosas tan admirables no sabíamos que decir, o si era verdad lo que por delante parecía, que por una parte en tierra había grandes ciudades, y en la laguna otras muchas, y veíamos todo lleno de canoas y en la calzada muchos puentes de trecho en trecho, y por delante estaba la gran Ciudad de México …” Bernal Díaz del Castillo (uno de los conquistadores).

» Invitación a la Danza» MbM, Música Prehispánica

Publicación #07

Creado por Magumy

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